viernes, 3 de mayo de 2019

Rutina y diáspora en Venezuela

San José jueves 02 de mayo.

Tuve que pensar para dar con la fecha, no sabía qué día es. Primero pensé que era martes luego quedé en blanco, seguidamente pensé: no, es miércoles, pero tampoco me convenció así que repasé lo sucedido en la semana para dar con el día. Es jueves... Jueves Eucarístico y no fui a la iglesia. Me lié con los quehaceres de la casa y tuve dos encargos que me ocuparon la mayor parte del tiempo. Todos los días parecen iguales, el día a día sin planificar el mañana, cada día con su afán, con su poquito de cada cosa, la misma rutina, las mismas comidas, muchas harinas pocas proteínas, todo acompañado con queso y en eso somos unos privilegiados porque mucha gente en Venezuela no puede comprarlo, es un lujo.             

Por otra parte, parece que ya nos acostumbramos, nos adaptamos a las pocas horas de luz. Tal vez hace como dos meses que por las noches no hay luz, siempre se va antes de las ocho o a las ocho en punto, casi siempre es antes, con lo cual ya no hemos vuelto a ver los programas que nos gustan, no sabemos qué ha pasado en la nueva temporada de Cuéntame, cómo van los preparativos de Eurovisión, la mejor canción jamás cantada: no supe cuál fue. Por las tardes generalmente hay luz pero no hay señal de cable con lo cual ver televisión es algo que ya salió de nuestras vidas. 

 Estado de Instagram del 12 de abril, la única vez que vi tv en dos meses.  
                                                       
                                    
Nos queda acudir a internet para entretenernos e informarnos el teléfono se ha vuelto ahora, producto de las circunstancias, en una parte de nuestras vidas y hasta de nuestro cuerpo. Antes lo era pero por razones más frívolas o más prescindibles, ahora es algo vital. En él escribo la presente, me informo, me comunico, me actualizo gracias a Dios existe YouTube pero con las pocas horas de luz hay que escoger lo que se ve, es prioridad informarse así que no queda tiempo para los placeres y distracciones, al menos en mi caso. Silfre siempre lee ESPN además de informarse. Mis hijos juegan videojuegos y ven videos de chistes (Mateo) Vicky los de gimnasia y cómo hacer slime, esa es su actividad favorita de ahora: hacer y jugar con slime, también es una fuente de conflictos, frustraciones y llanto cuando algo pasa con alguno de ellos.

A veces no sé si estar informados y ver entrevistas y programas de opinión sea algo productivo o contraproducente, porque existen tantas opiniones que si uno se deja llevar estaría en una verdadera montaña rusa emocional en todo caso, yo elijo ver, informarme, y buscar análisis de la situación aunque tenga que batallar con el desánimo y la frustración. Silfre ha elegido ser siempre optimista y pensar que "vamos bien" yo me paseo por el espectro de todas las posibilidades y a veces soy pesimista. En este sentido hace días ví un post que decía: los judíos optimistas terminaron en las cámaras de gas mientras que los pesimistas terminaron en Nueva York. El periodista Casto Ocando dijo: "los países no tocan fondo" lo cual me impactó y me hizo entender que siempre podemos estar peor, que los países no se acaban, nos acabamos los ciudadanos, nuestra situación personal o familiar puede hacer crisis  y el país sigue siendo país, miserable, pobre y todo pero puede seguir en pie con su crisis a cuestas y puede estar peor cada día y puede que no pase nada, es muy difícil aceptar esto, porque uno dice: qué más tiene que ver la comunidad internacional para actuar? O qué van a esperar, que muramos todos? Entonces pensamos que porque estamos tan mal va a haber un momento mágico en el cual alguien se compadecerá de nosotros los ciudadanos y todo cambiará, pero no es así, cada país velará por sus intereses y eso es lo que importa, los intereses y sobre todo los económicos. Nosotros mientras tanto sobrevivimos, solo nos dedicamos a sobrevivir, algunos con más éxito que otros.

                                                   
   Otro de mis desahogos por el estado de instagram.

                                
Son las 11:40 todos están dormidos, las noches siguen estando muy oscuras, a más de un metro de distancia ya no puedo ver. Me inquieta esta oscuridad y la ventana y la puerta abiertas, de otra forma no soportamos el calor. Se me hace difícil relajarme y dormir, escucho ruidos, tuve que dejar de escuchar a Loreena Mckennit para poder estar alerta. Me comentaron que han intentado robar en un sector del pueblo las dos noches anteriores pero los vecinos los han ahuyentado. 

Yo no sé si cuando todo esto pase voy a poder retomar una vida normal o me va a quedar algún síndrome, ya no voy a saber funcionar de manera corriente en un mundo normal.


Viernes 03 de mayo o sábado 04 porque son las 12:10

Estoy meditando sobre la muerte, porque recordé descargar en la aplicación la música de The Cranberries y pensé en la repentina y prematura muerte de Dolores, su vocalista, es una verdadera lástima. Pero por qué unos se van tan pronto es un misterio no podremos comprender nunca, .

A esta hora estoy horneando pan, me decidí a hacerlo a eso de las 8:30 porque vamos a amanecer sin desayuno sobre todo para los niños y no hubo pan en las panaderías hoy por falta de harina, ya hace unos cuantos días que no comemos pan así que decidí hacerlo y eso toma su tiempo. Con el teléfono en mano como linterna maté dos cucarachas aquí atrás, en la cocina, todo está bastante limpio y ordenado pero son una plaga difícil de erradicar, por momentos me sentí como una guerrera con la luz en una mano y la espada en la otra en medio de las tinieblas! Una vez más, todos duermen menos yo. 

También meditaba sobre la muerte porque estoy leyendo: El hombre en busca de sentido, de Viktor Frankl, un psiquiatra judío quien vivió la segunda guerra mundial y escribe sobre la su reclusión en los campos de concentración, es muy interesante y es el tipo de lecturas que me gusta, y nos hace replantearnos muchas cosas, como el sentido de la vida. No he podido avanzar a la velocidad que quisiera porque solo lo tengo en PDF y la laptop estuvo dañada por más de una semana y en el teléfono se me hace muy cuesta arriba por el tamaño de las letras y como siempre tengo sueño comienzo a bostezar y las consecuentes lágrimas mojan las pestañas y se me nubla la visión, me trató de secar pasando los dedos una y otra vez pero no termina de funcionar y siento ardor y todo va a peor hasta que no puedo seguir leyendo, supongo que tengo también una alergia que se acentúa al pasarme los dedos. Ya la laptop está arreglada pero la carga de la batería no dura mucho tiempo y no hay luz para cargarla así que debo esperar hasta otra ocasión para continuar.

El libro me lo pasó una amiga psicóloga al ver los estados de Instagram, supongo  que lo que escribí le recordó el mismo. 

                                                       Este es el estado. Fecha 07 de abril de 2019






Continuando con el tema de la muerte,  varios de mis amigos y seres queridos han muerto ya, el primero fue Enrique, luego Carmen, Naye, Juan y mi mamá. Hay más en esa lista pero ellos han sido los más cercanos, esos que te dejan un vacío para siempre. 

Ni sé si tengo miedo a morir o miedo al instante en sí, a los que se siente justo antes si se está consciente. Pero por ahora no pensaré en eso, mi mamá nos dio un testimonio digno de compartir.


Noche oscura!

San José, domingo 05 de mayo. 09:45

Siguen las noches oscuras, no sé dónde se ha metido la luna, por qué tarda tanto en llegar. Veo (bueno, escucho) a los vecinos en los frentes de las casas socializando, mitigando el calor que hace dentro y hablando de sus cosas y sobre todo de la situación. Cada dos por tres alguien se pregunta: hasta cuándo? Ese "hasta cuándo" se refiere a la situación eléctrica, a la situación económica, a la inflación, y últimamente sobre todo al, final de esta dictadura, es un hasta cuándo vamos a tener que esperar por una solución, por una salida,  ya son muchos años de posponer los sueños, las metas, los objetivos, prácticamente de posponer la vida y ya no estamos en edad de esperar, me duelen los niños, los míos y todos los demás, que han crecido en medio de una pausa, en medio de algo que no es, en medio de una espera que ha desdibujado todo lo que éramos, los colores de mi pueblo se han ido desgastando, los buenos valores se han ido mezclando con el conformismo, con la viveza, con la indiferencia, con la violencia, con el facilisimo y muchas cosas más.




 Nuestros hijos  han tenido que ver partir muchos familiares y amigos y cada vez nos vamos quedando más solos, más reducidos, con menos posibilidades, con menos alegrías, pero no nos quedamos paralizados, seguimos haciendo lo posible porque puedan vivir esta situación de la manera más sana posible, mantenemos una rutina, y el trabajo propio de la casa no cesa, los deberes no se posponen, aunque los horarios sean holgados y muy "ad libitum", lo que hay que hacer se hace. El trabajo de la repostería  no  deja de tener demanda lo cual me hace estar ocupada, en el día a día,  es verdad, viviendo solo un día a la vez, pero llenándolo con muchos oficios y actividades que nos permiten estar activos, mucho más de lo que quisiéramos porque no hay tiempo para un merecido descanso y trabajar en estas temperaturas la mayor parte del tiempo sin electricidad es bastante cuesta arriba. Antes tenía empleadas que hacían muchas de las cosas que ahora tenemos que hacer Silfre y yo, también estamos involucrando a los niños cada vez más con los oficios de la casa. Volver al ritmo de hace unos meses con personal a nuestro cargo es algo que depende totalmente de la situación país. 

En estos casos  es vital mantener la esperanza... la fe. Mi fe es en el Señor, yo confío en él y he puesto a mi familia en sus manos, sé que nos sostendrá y nos pondrá donde sea su voluntad como lo ha hecho a lo largo de toda mi vida. Una de las cosas que hacemos como prioridad es seguir participando en nuestra parroquia, ensayos regulares del coro, participación en el viacrucis viviente y en todas las actividades de semana santa, la misa dominical de diez sin falta y demás actividades y servicios que especialmente en esta coyuntura  son necesarios para compartir nuestra fe, para darnos cuenta de que no estamos solos, que somos una comunidad que camina junta y la fe, compromiso y entrega del hermano fortalece los míos.

Hoy recibí una muy triste noticia, mi hermano y amigo, mi mano derecha y mi complemento en el coro, en quien descanso gran parte de la responsabilidad del mismo, mi orejón, mi compañero durante tantos años, se va para Perú, se va a buscar un futuro para sus hijos, pero va con la esperanza de volver pronto si esto cae, si estos criminales se van. Siento mucha impotencia, rabia  y dolor, pensar que ya no lo voy a encontrar cada vez que llegue a la iglesia, que van a quedar muchas canciones por cantar y muchas oraciones por compartir. Ya es un sentimiento repetido muchas veces, la primera fue Jhoana, un golpe para el corazón, para la parroquia y para mí voz porque ella era parte de mi voz.  Ahí comenzó la retahíla de nombres que se han ido a engrosar la diáspora, cada uno con sus maletas llenas de dolor y sueños. Sepan que oramos constantemente por ustedes. 

Anoche terminé la parte narrativa del libro de Viktor Frankl, la última parte es sobre su método llamado logopedia que es una forma de terapia. A continuación coloco dos fragmentos de partes de su libro que me parecen importantes y certeros.

"A pesar del primitivismo físico y mental imperantes a la fuerza, en la vida del campo de
concentración aún era posible desarrollar una profunda vida espiritual. No cabe duda que las
personas sensibles acostumbradas a una vida intelectual rica sufrieron muchísimo, pero el daño causado a su ser íntimo fue menor: eran capaces de aislarse del terrible entorno retrotrayéndose a una vida de riqueza interior y libertad espiritual. Sólo de esta forma puede uno explicarse la paradoja aparente de q algunos prisioneros, a menudo los menos fornidos parecían soportar mejor la vida del campo que los de naturaleza más robusta".

...Claro está que sólo unos pocos son capaces de alcanzar cimas espirituales elevadas. Pero esos pocos tuvieron una oportunidad de llegar a la grandeza humana aun cuando fuera a través de su aparente fracaso y de su muerte, hazaña que en circunstancias ordinarias nunca hubieran alcanzado. A los demás de nosotros, al mediocre y al indiferente, se les podrían aplicar las palabras de Bismarck: "La vida es como visitar al dentista. Se piensa siempre que lo peor está por venir, cuando en realidad ya ha pasado."Parafraseando este pensamiento, podríamos decir que muchos de los prisioneros del campo de concentración creyeron que la oportunidad de vivir ya les había pasado y, sin embargo, la realidad es que representó una oportunidad y un desafío: que, o bien se puede convertir la experiencia en victorias, la vida en un triunfo interno, o bien se puede ignorar el desafío y limitarse a vegetar como hicieron la mayoría de los prisioneros.


Cultivar la  espiritualidad, la riqueza interior, en ello se me va media vida! Creo que soy una persona débil desde todos los puntos de vista, pero permanecer fiel a mi fe, a mis principios, tener un norte espiritual en la vida, disfrutar y gozar una buena catequesis, una buena lectura, buena música, esa de actos culturales como decía mi comadre, son cosas que nos impulsan a continuar en medio de la adversidad y a poder adaptarnos sin acostumbrarnos, mientras esperamos el desenlace de esta historia. Mi manera de protestar o de mostrar inconformidad con este estado de cosas es hacer las cosas bien, es seguir trabajando  y no comprometer mi alma dudando de la voluntad y de la bondad de Dios, es seguir avanzando, aunque sea en círculos como dije días atrás, pero no quedarse inmóvil, tal vez es lo que llaman resiliencia, no lo sé! Hace días un primo me dijo que yo la había agarrado toda para mí; no lo creo, pero fue muy bueno recibir ese halago, yo solo hago lo que me ha dado buenos resultados: orar, tener presente al Señor en cada momento de mi vida y hacer lo mejor posible su voluntad y trabajar. Muchas veces he querido irme, como la mayoría... Quién no habrá pensado en irse? O en cambiar algo; quisiera tener una vida más "normal" como la de cualquier persona promedio en el mundo donde no tuviera que trabajar tanto sin ver siquiera resultados, sin ver apenas ganancias, sin poder descansar siquiera, mejorar muchas de nuestras condiciones de trabajo y de vida y me frustro y sufro por toda esta situación pero pienso en todos los que lo están pasando mucho peor y solo puedo entonces dar gracias a Dios por todo lo afortunados que somos.


@maryanmor

instagram@maryanmor_

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